Existe en los últimos años un interés creciente en el conocimiento del estado vascular de los pacientes con enfermedades cerebrovasculares. La detección y localización de una oclusión arterial resultan de gran interés para un enfoque pronóstico adecuado y la selección del tratamiento recanalizador agudo más apropiado. En este sentido, la neurosonología constituye una herramienta diagnóstica necesaria en el estudio del estado vascular del paciente con ictus agudo.
La neurosonología aporta ventajas evidentes frente a otras técnicas diagnósticas: es rápida, dinámica, económica, inocua, accesible, permite la monitorización del estado vascular del paciente en tiempo real, evita retrasos en la administración de tratamientos agudos y posee un efecto terapéutico (sonotrombólisis).